Para muchos, cualquier ingrediente, especia o verdura cuestionable, que saque a relucir el picante de la comida, es un regalo culinario.
Para los amantes de la guindilla, los buscadores de calor y las personas que no saben parar de comer dirán que no se puede hablar de picante si no se trata de las guindillas más intensas posibles.
Los amantes del picante tienen siempre el reto de determinar cuál es el siguiente nivel que pueden alcanzar en su deterioro bucal, pues construir tolerancia al picante requiere bastante esfuerzo, lágrimas y carreras hacia una fuente de alivio.
A continuación vamos a presentar varias curiosidades sobre el picante para que te plantees si te atreves a dar tus primeros pasos en redefinir tu lindar del dolor.
La evidencia arqueológica sugiere que la gente ha estado usando especias picantes en sus recetas desde hace más de 6.000 años. Obviamente, el ingrediente estrella siempre ha sido la guindilla, pimientos nacidos de arbustos perennes de la familia Capsicum, los cuales eran completamente desconocidos en la Edad Media.
No obstante, cuando Cristóbal Colón llegó al Nuevo Mundo en 1492, se descubrió lo que para muchos es una maravilla sin precedentes. Hoy en día, una cuarta parte de la población mundial consume guindillas a diario, en países de todo el planeta.
La Guindilla más picante
Redoble de tambores para la Carolina Reaper. Esta guindilla está considerada como la más picante del mundo, según el Guinness World Records. No hay nada normal en este pimiento. Fue criado para ser picante, y lo es, con una media de Scoville Heat Units de más de 1,5 millones, llegando a picos de hasta 2,2 millones.
Dejando de lado la Carolina Reaper, hay algo que debemos confesar… Algunos expertos sugieren que esta no es la guindilla más picante del mundo, afirmando que la susodicha es la variedad del Dragón.
Se dice que, en las pruebas preliminares, el pimiento Aliento de Dragón registró 2,4 millones de SHU. Y, indiferentemente de cuál sea el más picante, podemos estar de acuerdo en que todos vienen con nombres bastante siniestros.
El picante más suave
Colón no viajaba alrededor del mundo para encontrar guindillas, sino que buscaba una nueva ruta comercial hacia Asia, especialmente para poder comercializar granos de pimienta negra.
En aquella época, y durante bastante tiempo después, los granos de pimienta eran conocidos como «oro negro» por su valor como mercancía, a menudo utilizada para pagar rentas o salarios.
Hasta bastante después de la Edad Media, toda la pimienta del mundo viajaba desde la costa de Malabar, en la India.
Si bien las guindillas o la pimienta suelen ser protagonistas, existen ingredientes menos conocidos que aplican también fuentes intensas de picante y calor, aunque nada puede superar a la excelencia de la guindilla.
También existe otros ingredientes populares del picante como el rábano picante y el wasabi, que emplean una sustancia química llamada isotiocianato de alilo para generar calor. Sin embargo, ingredientes como el wasabi son más un condimento que eleva el plato protagonista, cambiando sabor y textura y no simplemente aportando picante.